¿CÓMO SE DEBEN LAVAR LOS SUJETADORES?

El cuidado de los sujetadores es fundamental para que nos aguanten mucho más tiempo en buen estado. Se dice que cada sujetador tiene unos 200 usos, pero para llegar a esos dos años de vida es necesario darles unos cuidados específicos, sobre todo en el momento del lavado.

Tirantes que se caen, tejidos descoloridos, aros que se salen, contornos flojos o el tener que abrocharlo en el último corchete son señales de que el sujetador debe ser ya reemplazado.

Es conveniente seguir unos consejos de lavado para alargar al máximo la vida útil del sujetador. ¡Veamos!

LAVADO A MANO

La mejor forma de cuidar los sujetadores es lavándolos a mano. Somos conscientes del ritmo de vida acelerado y de la carga de trabajo que suponen las rutinas actuales. En muchas ocasiones eso deriva en que se terminen lavando estas prendas tan delicadas junto a una camiseta de algodón.

Es aconsejable lavar los sujetadores a mano en agua tibia a una temperatura máxima de unos 30º. Esto es importante para no dañar las fibras de elastano del sujetador. Este elastano es fundamental para el soporte y dañarlo solo hará que se pierda sujeción y por tanto, que el pecho se vea afectado.

Una vez que tenemos el agua lista, el siguiente paso es abrochar el sujetador cerrado en el último corchete. Con esto evitamos que con el lavado este se enganche con el tejido.

Luego hay que sumergir el sujetador en el agua tibia junto a un poco de detergente para prendas delicadas. Es muy importante no utilizar suavizantes puesto que el tejido se verá dañado.

No es necesario frotar. Tan solo presionar suavemente a la hora del aclarado.

En la parte del secado, debemos tener en cuenta que estamos ante una prenda delicada. Esta no puede colgarse o ponerse cerca de fuentes de calor. Desde Curvaciones recomendamos estirar el sujetador sobre una toalla limpia y seca.

Siguiendo estos pasos, cuidaremos los sujetadores durante el proceso de lavado.

LAVADO EN LAVADORA

Si por tu ritmo de vida te es imposible lavar los sujetadores a mano, te proponemos que cuides también la forma de lavarlos, aunque sea en lavadora.

Es importante introducir el sujetador abrochado en el último corchete, con los tirantes dentro de las copas y doblado dentro de una bolsita protectora.

Este tipo de bolsitas ayudará a proteger el sujetador del roce con el resto de la ropa. Las cremalleras, botones, adornos o los propios tejidos de las otras prendas pueden afectar al sujetador.

Una vez que tenemos el sujetador en la bolsita, introducimos parte de la ropa en el fondo del tambor, posteriormente introducimos la bolsita y, por último, agregamos más ropa encima.

De esta manera, la bolsita y, por tanto, el sujetador, no chocarán contra el propio tambor.

Presta especial atención a la temperatura, pues esta no debe ser superior a los 30º para no dañar las fibras del sujetador. Además, no se debe utilizar suavizante.

 ROTURAS EN LOS AROS

El lavado en lavadora de los sujetadores tiene como consecuencia la rotura de los aros, uno de los problemas más habituales que nos trasladan las clientas.

La bolsita protectora realiza su función, pero no se puede comparar con el trato delicado de un lavado a mano. Además, no se puede evitar el hecho de que el sujetador reciba impactos durante el lavado por parte del resto de la ropa, que es más pesada debido al agua. En esos movimientos es cuando dan lugar las primeras fisuras en los aros y, con los lavados, termina rompiéndose.

Al tener esas fisuras es más probable que los aros también se rompan si hacemos un gesto más brusco al agacharnos o bajar escaleras. 

Someter al sujetador a ese centrifugado de la lavadora, hace que los aros se terminen saliendo. Si los corchetes se han quedado enganchados dentro del tambor, el sujetador sufre y este se puede ver perjudicado.


¿CADA CUÁNTO DEBO LAVARLO?

Al tratarse de una prenda delicada, no debemos abusar de los lavados. Es recomendable lavar los sujetadores tras tres o cuatro días de uso. También es importante tener en cuenta que no se recomienda llevar el mismo sujetador más de un día. Aunque resulte curioso, nuestra propia temperatura corporal también afecta al elastano del sujetador. Por eso, debemos dar un tiempo de descanso a los sujetadores entre puesta y puesta. Ese descanso no significa lavado, simplemente que intercambiamos los distintos sujetadores para evitar daños y deformaciones.

 

Desde Curvaciones os animamos a seguir estos consejos para cuidar vuestra lencería durante el lavado y conseguir así que los sujetadores permanezcan en perfecto estado durante más tiempo. En cualquier caso, las puertas de Curvaciones están abiertas para poder ayudaros a renovar vuestros sujetadores. ¡Os esperamos!